Cuando un niño adquiere la capacidad de andar sólo comienza a gozar de cierta independencia y quiere investigar el mundo por sí mismo. En esta etapa sus expectativas se ven frustradas cuando sus padres no les permiten hacer ciertas cosas y es aquí cuando aparecen las rabietas.
La edad y el temperamento del niño influye en la intensidad y la duración de estas, siendo impropio en niños que acuden a la escuela primaria.
PASOS A SEGUIR ANTE UNA RABIETA:
1. Se deben anticipar
ciertas situaciones que puedan llevar a la rabieta y evitarlas. Como no pasar delante de la zona de dulces o de juguetería en un supermercado; no pasar por el parque si vamos sin tiempo .
2. Validar su emoción. Todos tenemos derecho a enfadarnos, es una emoción mas pero debemos enseñarle cómo gestionarlo.
Para ello, debemos predicar con el ejemplo y estar serenos, calmados y firmes en nuestra postura. No gritarles , ni pegarles ya que esto no es educativo y podemos fomentar que él aprenda a utilizar la violencia física o verbal cuando esté enfadado.
Debemos alentarles a que digan lo que sienten y hacerles sentirse comprendidos. Podemos decirle frases como: "sé que estás enfadado", "entiendo que te moleste".
3. Desviar su atención
hacia otros estímulos que puedan ser interesantes. "Mira aquél pájaro de ahí" , " vamos a jugar al veo veo". Si notamos un cambio de conducta a mejor reforzarle con elogios o con un refuerzo inmediato. "Si sigues hablando calmado jugamos a ver a quien llega antes a esa farola"; " estás portándote como un niño mayor".
4. Si haciendo los pasos anteriores esto no funciona debemos darle su espacio y retirar la atención. Podemos decir frases como: " mamá o papá no te hacen caso cuando gritas, te dejo y cuando estés más calmado me avisas". Importante en tono neutro y seguro.
Si estamos en casa podemos ir a otra habitación o seguir haciendo tareas sin prestarle atención, si estamos en la calle podemos darle distancia controlando que no haya peligro y si estamos en un lugar público y molesta a otros debemos retirarnos a otro lugar con él.
En caso de auto-lesiones, lesiones a otros o que rompa cosas podemos cogerle en brazos, sujetarle sin forzar o abrazarle. Debe notar contacto físico, y que tú estás calmado y firme. Normalmente las rabietas duran entre 5-10 minutos y se calmará.
Es muy importante no caer en LA TRAMPA DEL REFORZAMIENTO NEGATIVO.
Típica situación:
Estamos en un supermercado , el niño llora porque quiere algo y para que no siga montando el espectáculo terminamos comprándole aquello que quería. De esta forma estamos evitando su rabieta a corto plazo pero fomentamos que a largo plazo cada vez que quiera algo utilice esta conducta para conseguirlo.
Si sueles actuar dándole lo que quiere es normal que al principio de seguir estas pautas haya lo que se llama un estallido de la respuesta. Esto es que reaccione más fuerte que otras veces porque no estará acostumbrado a que se le ignore la rabieta pero en cuanto hayan pasado varias veces
y vea que no obtiene resultado no lo hará mas.
5. Cuando haya pasado la rabieta cambiar totalmente de tema, reforzando el que continúe comportándose de modo normal.
¡¡¡Muy importante, saber que la perfección no existe!!!.
No podemos pretender que ante todas las rabietas yo consiga seguir estos pasos pero con que de siete días lo consiga cuatro es un éxito rotundo.
Nadie dijo que ser padre fuera a ser fácil.
¡Ánimo , hasta la siguiente entrada!